25 may 2010

Está comprobado

Está comprobado que el tiempo no existe
Pero sí la distancia y digamos que te demoras miles de kilómetros para llegar a casa.
También está comprobado que el cielo no es azul
Y que las estrellas son agujeros negros con carnada
para los planetas ingenuos que leyeron a Julio Verne.

Está comprobado, eso sí, hasta que se demuestre lo contrario
Que la música mata el alma y que pervierte la funcionalidad normal de los ganglios linfáticos.
Y no importa si es martes o viernes, está comprobado
que al planeta le importa un carajo que nos matemos
encerrados en el marco de una ventana que da a la calle
mientras colocamos en el aire alguna canción desconocida de Los Beatles
cuando no tenían baterista.

También está comprobado que cada paso existe gracias al paso que le precede.
Y que las palabras son el peor medio de comunicación para la poseía.
Entonces, también está demostrado casi científicamente que los cabellos tristes atraen al aire
Y que las mujeres bellas están condenadas a desperdigar almas en vespertinos crepúsculos
Tirándolos a las orillas del mar que nadie está seguro que existen, debido a su inestabilidad.
También, muy comprobado, que la poseía como tal no existe
Porque nadie puede definirla, sencillamente así es de sencillo.

Comprobado el día porque despierto contigo, o he soñado contigo.
Demostrado este momento porque recordaré que te tengo tras de mí
Alentando este momento de aquel tiempo que sabemos no existe
Pero sí la distancia y estás kilómetros tras de mí,
pero suena la música y espero verte desde mi ventana.
El uniforme de colegio, los pasos que sí existen, el cielo azul que tampoco es.

Y resulta que también está comprobado que te miro.
Que las fotografías estimulan el hipotálamo
Hasta que le hacen a uno perder el equilibrio y solemos tirarnos de los puentes
A veces de las veredas y otras veces desde la ventana, de esta misma.
Otras veces uno suele tirarse de bruces a la página en blanco
Y termina contradiciendo a Newton, comprobando fehacientemente que la gravedad
Es mirarse al espejo en este estado, cuando se demuestra que estás solo
Y que las lamentaciones son pruebas de que existe el verdadero amor que en realidad no existe
Porque nadie ha podido definirlo, así como nadie puede comprobar que existes en este conjunto aciago de kilómetros.

Después de todo, o, al final de todo y felizmente:
Al planeta le gusta Julio Verne y Los Beatles.
Es lo más importante.

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