10 nov 2011

Balanza romana

Me pesa el escritorio vacío
y sobre el hombro una palabra con pico de metal
me dice lo que fuimos
en este instante mientras intento cazar tu nombre con atarrayas.

Me pesa la hoja de fondo blanco, los anteojos
una gorra que no poso en la cabeza.

Me pesa el aliento que no recorre
mi espalda y libero un miedo que cabe en una sonrisa que puede despertarte
pero callo para verte dormir.

Me pesa el día en los pies
en la cerviz el cariño esquivado por cada mano tuya.
Me pesa la ausencia de un cielo claro y la teoría de la belleza que desarrollé
mientras jugabas a ser una gota de lluvia pegada a la hoja de maguey.

Me duele en la espalda la carga de un burro viejo
y las hojas en blanco cuando me miras
vuelan como palomas comen palabras como gusanos
para perderse mientras flotan
sobre mi cuerpo sujetado por un grillete de mi cuello de mi gato de mi sala.

9 nov 2011

el tiempo

deberían ponerle cascabeles al tiempo
ello nos daría ventaja para buscar algún escondite
algún refugio que nos proteja de sus burlones pasos en puntillas
de sus amenazas y su peso monumental que descarga en nuestros hombros
mientras caminamos
mientras frente al espejo ensayamos algunas arrugas
constriñendo el rostro
riendo a mandíbula esquizoide que la vida anda en retroceso

deberían darnos la dirección del tiempo
no sólo su rumbo, utilidad o destino
sino su dirección, la casa donde vive
para transar algún acuerdo por las buenas o por las malas
y ver la posibilidad de hacernos viejos en más tiempo
o que la juventud dure lo que dura un año de vejez en el asilo

deberían darnos las coordenadas y un lugar de referencia para llegar y tocar su puerta
decirle que somos de la empresa telefónica o eléctrica y que veninos a reparar las fallas
así de repente lo ataríamos, no sé, a una silla, ventana o a un reloj de péndulo
luego oprimiríamos la mordaza para no escuchar sus demandas razonables
asegurado, amedrentado y confundido por los golpes en la cabeza
le soltaríamos una mano para que firme algún papel en blanco.
el cuerpo textual vendría mientras nos apoderamos del camino de regreso

deberían ponerle cascabeles al tiempo
para huir del peligro que supone
para inventar los antídotos
para tomar un arma
para escondernos y vigilarlo
aprender de él
aprender sus gestos, mañas, movimientos y declararle la guerra
vencerlo y no matarlo
sino decirle que mañana morirá en el cadalso
luego mañana decirle que mañana morirá frente al pelotón de fusilamiento
luego mañana en la mañana decirle que será decapitado
luego mañana en la mañana decirle que mejor la inyección letal
luego decirle que mañana sí por fin
luego decirle que mañana…
…hasta que comprenda.

4 nov 2011

La forma de mi soledad

Le quiero dar forma a esta soledad, pero se me va de las manos, escapa como el aire que intento atrapar haciendo puños por las calles, creando pánico entre los mosquitos que huyen confundidos, por temor a la cruel tortura benedictina: sufrir ala quebrada por pata rota hasta que me confiesen preguntas que se le ocurran a mi autismo premeditado, a mi sobreactuado estado anímico.

Le quiero dar forma a esta soledad, pero la silla grita como un relincho agonizante y la mesa intenta decirme algo, la historia de siempre: mis manos frías, delicadas y carcomidas por las palabras que no digo.

Y muy solo, intento darle forma a mi soledad, pero se desmorona como arcilla cruda y vuelvo a barro, con la columna adolorida y los pies yéndose lejos de este instante de lucha vana contra mi deseo de no ser más el mismo, en este baúl de frases cortas y lloriqueos pagados, donde la voz de alguien se oye clara, pide auxilio y luego calla, como aquello que no existe pese a estar a tus espaldas, a punto de dar el grito que podrá rompernos como vitrales, pero junta –prefiere– la mandíbula en el pecho y tiene la costumbre de “ser” sin ser visto para llamarte.

31 oct 2011

No eres la dueña de mi corazón...

No eres la dueña de mi corazón
-ese argumento no procede en la lógica-
si fueras la dueña yo no te amaría sino tú misma
y hay que darle la oportunidad a un corazón para estar en el pecho adecuado.

En el mío haría su verdadera labor
aunque luego tenga que reprimirlo por los trabajos forzados
debido a los reclamos internos por abuso de autoridad
que se reflejarían en mi garganta lastimada
de tanto negar la salida del aire en forma de tu nombre
junto a un verbo en infinitivo y un adverbio que signifique “para siempre”.

Tampoco es cierto eso de que te amo con toda el alma
nadie puede
es mentira
necesito el alma para que me cuide mientras te ame
y persiga tu nombre por todas las venidas congestionadas
y reconozca tu imagen en todos los caminos indirigibles
y todos los sabores irreconocibles.
en realidad mi alma no te ama tanto
sino que, al igual que el corazón,
solo cumple su función
de pesar y de ser en este instante.

Ambos igual acabarán iniciando una revolución en el pecho
erigirán tu nombre en mi diafragma
y contrayendo los órganos harán que mi necesidad de hablar para beber mencione tu nombre.

10 oct 2011

Gestación

Cuando el verano se iba, el Sol agonizaba ególatra dibujando crepúsculos
encendidos e incendiarios
la Luna se acomodaba para descansar en el colchón suave de la neblina limeña
y el viento suspiraba inhalando el ruido necesario para expeler la calma
que necesitan los otoños
sobre todo las hojas secas que durante nueve meses preparan una danza
que durará hasta el mes de agosto, hasta que una gota de rocío les advierta
a gritos que llegó el invierno.
En esos instantes, cuando el Sol cerraba los ojos, en junio azul,
tus padres inventaron el amor
le dieron tu nombre
le dibujaron el rostro en sus pieles y firmaron un documento que los hacía propietarios
desde entonces tú empezaste a heredar todo aquel entorno dibujado a pincelada sedante.

9 oct 2011

Desconfianza

Desconfío de las mujeres que al pasar no dejan algún perfume que las acose. Desconfío más si al pasar todavía caminan y no se elevan como palomas hacia los cables de luz para cantar que nunca las podrás tener. Desconfío de las mujeres que no se dejan soñar, sobre todo si es que las has pensado todo el día y has escrito su nombre en el encéfalo. Las mujeres normales atraviesan las paredes, toman posesión de los sueños y dejan pelados los cables de luz para los que osan perseguirlas. Muchos electricistas han padecido en su intento por echarlas de su dominio.

8 oct 2011

Heredera de la noche

Ella salió de casa y heredó la luz
sus párpados heredaron la quietud
su piel absorbió todo setiembre
y sus cabellos el viento transitivo de invierno a verano.

Ella caminó sobre los recuerdos
esquivó algunos
por otros tuvo que dar brincos
y hasta recogió recuerdos de otros árboles.

Ella heredó la soledad en las mejillas
en las manos el amor frente a una ventana de barro
y encontró el significado de todo
en la levedad de un beso sobre una vereda.

Ella heredó la noche en sus ojos
tuvo que matar algunas ideas
tuvo que recibir el rechazo de su propio cuerpo
pero recibió la vida a cambio de todo.

Heredó el viento en su silencio
en las rodillas el perdón
la creación del mundo en sus gestos
y en su respiración heredó mi gratitud.

4 oct 2011

La venganza pasó a segundo plano

Tengo tantas cosas por hacer que la venganza ha pasado a segundo plano. El hecho de matarlo, descuartizarlo, triturarlo y hacerlo pasar por el inodoro es menos importante que hallar al menos una hora para sentarme sobre el sillón hundido y tomarme una cerveza. Aunque no descarto todavía que la venganza me pueda quitar la tensión de algún músculo dorsal. Sin embargo, para concretar mi venganza tendría primero que hacer algo que no deseo: ser su amigo. El hecho de matarlo sería sólo, digamos, el 5% de la venganza. Ver su rostro en medio de la tortura, sabiendo que piensa más en la traición que en el dolor me causaría una satisfacción solo comparable a la entrega incondicional de un amor que me fue imposible cuando tenía 14 años...

1 oct 2011

Una mujer con el corazón en la mano

No siempre ves a una mujer caminando con el corazón en la mano, envuelta en un vestido negro y con los cabellos enredándose con las tramas difusas de la mirada subyugada a los pretéritos, dejando un semirostro que te observa mientras esquiva su propia sonrisa. Pero cuando sucede, tu corazón quita de en medio a la manzana de Adán e invade tu garganta, tus palabras se estancan en una represa de incertidumbre y te dejas caer del balcón para determinar firmemente una trayectoria de acercamiento para pedirle por favor que desde ese momento se dedique solo a vivir mientras tú te encargas de amarla para toda la vida aún cuando tu vida ya no te pertenezca.

29 sept 2011

A mis papás

Siento mucho tener que escribirles esta carta, tal vez no era necesario, pero quería que sepan por qué he tomado esta decisión egoísta.

La verdad es que estaba al borde de todo, en el límite de todo, cuando ya nada importa. Ustedes han visto lo mal que he estado todos estos meses. No he estado enferma, ni estresada por los estudios, sino tontamente alterada, afectada por el amor (amor, sí, esa cosa inventada por el humano y entendida de diferente manera por cada uno). Digo tontamente porque sé que les parecerá tonto, porque siempre me han dado buenos consejos, me han embarrado siempre en la cara los buenos deseos y planes que tienen para mí. Sin embargo, cuando una es joven cree que todo eso apesta, que nadie te debe poner freno y menos andar marcando el camino. Aún así, siempre los he respetado. No sé qué clase de infancia habrán tenido ustedes. No los juzgo, debió haber sido difícil, nuestra familia nunca fue adinerada, descendemos de las haciendas, nuestro color ‘blanco de piel’ proviene de los patrones españoles que violaban a nuestras tataratataraabuelas…

El asunto es que yo me sentía totalmente decepcionada de la vida y no hallé mejor solución que matarme. No por huir, no estoy desesperada. Simplemente todo dejó de tener sentido.

Sé que he sido fuerte para muchas cosas, que tengo un carácter imperativo (hasta perverso), pero parece que al final eso no importa cuando las determinaciones son dictadas por los momentos, aquellos dioses del Olimpo que deciden todo.

Me decepcionaron. Eso fue lo que inició todo. La decepción me carcomía por dentro, me ardía a fuego lento el estomago, el esófago me perforaba la garganta al hablar, alguien introducía un clavo en mi cabeza todo el día. No quería vera a nadie y a ustedes los traté mal, por lo cual les pido disculpas. Nadie tiene más culpa que yo misma, por querer tanto a una persona, por confiar tanto en alguien, por dejarme caer, por creer que puedes contrarrestar los designios de la gravedad.

Se habrán dado cuenta de que dejé de ir a clases por mi supuesta enfermedad. Y también se habrán dado cuenta de que casi no hablaba con nadie. Claro que se dieron cuenta, ustedes son los que ‘mejor me conocen’. Son mis padres y los quiero a pesar de nuestros problemas. Pero ahora, leyendo mi carta, ¿ven que no me conocían la mitad?

Sé que les afectará mucho esta decisión, pero sé también que lo superarán. No podría vivir así. El mundo dejó de tener sentido. Desde antes ya ni sabía qué día era, no comía, botaba la comida por el baño y casi no dormía. De repente ya no lloraba, me sentía como anestesiada. De seguro cualquiera hubiera pensado que estaba loca, pero no, estaba más cuerda que nunca.

Yo estaba muy enamorada y me entregué completamente a ese hombre. Teníamos planes juntos a futuro, jugaba a ponerles nombre a mis futuros hijos, hacía todas esas cosas que ahora me parecen ridículas. Llegué a embarazarme, ustedes nunca lo supieron. Cuando él supo que yo esperaba un bebé que ya tenía 2 meses en mi vientre, decidió cortar la relación. ¿Se imaginan eso? Yo estaba asustada por ustedes, pero esperaba al menos aliento por parte de él, pero no, me dejó sola. Incluso, el muy humano demasiado humano, hizo algunos comentarios que insinuaban que el hijo no era suyo. ¿Se dan cuenta?

A una amiga le conté todo y casi la forcé a que me acompañe a una ‘clínica’ abortiva. Ella no quería comprometerse, pero le dije que me mataría si no me acompañaba. Así que lo hizo, pero luego dejó de hablarme, dijo que sentía mal por el aborto. Una de mis mejores amigas me dejó sola. Sé que hice mal, me arrepiento, pero ya está todo hecho. Decidí tomar estas pastillas cuando empecé a ya no sentir nada.

Así, como verán, mi vida ya no tenía sentido. Nadie me hubiera podido ayudar. No hubieran funcionado esas palabras optimistas como que “soy joven”, que “tengo futuro”, que “la vida comienza otra vez”, no. Nada hubiera funcionado porque ya no quería que funcione nada.

Por eso les repito que esta decisión es racional. No estoy desesperada. Lo hago conscientemente.

Les pido disculpas otra vez y espero que sepan entenderme. Quiero que comprendan que de alguna forma, ya había dejado de vivir. Y vivir así no era justo para nadie, ni para ustedes ni para mí.

Los quiero mucho.

Adiós.

Un lunes cualquiera

No siempre hallas la fotografía de un animal salvaje en el pasaporte en vez de tu imagen, pero cuando sucede buscas un espejo pero no lo encuentras y te limitas a llenar con agua un recipiente y como Narciso te miras sobre las ondas acuáticas e intentas hundirte para ahogarte, pero solo pescas un resfriado y al final no sabes si llamar a un médico normal para personas con fotografías normales o ir al consultorio de un especialista que estudió exactamente para esos casos especiales de la medicina clásica. Te derivan a un hospital. No hay cama disponible. Los camilleros te toman fotos y entre ellos una enfermera te mira con cierta insinuación inesperada, con la misma cabeza de animal salvaje que aprendió a sobrellevar desde la mañana de un lunes cualquiera.

18 sept 2011

Camino al cielo

Camino al cielo queda tu boca
Se puede escalar por tus palabras
De vez en cuando virar entre las miradas que sostienes mientras hablo
Y el portal edénico se ve claramente cuando conjugas la energía del universo en el humedecimiento de tus labios.

Entonces llego
Nunca demasiado tarde ni temprano
Resulta que llegamos juntos
Pero el cielo es tan amplio que nos perdemos en el mínimo instante.

Camino a tu boca queda el cielo
Y me sostengo de tu silencio aferrado a mis últimas palabras mientras no dejo de verte sin estar.

1 sept 2011

Totalmente prohibido

Prohibido estacionar la vida en lugares para discapacitados aunque estén vacíos
Prohibido sobrevivirse a la soledad adrede en sí mismo
Prohibido huir al futuro, colorear el pasado y renegociar el presente con las mafias
Prohibido hacer volar a los peces, hacer nadar a los cometas junto con las mantarrayas
Prohibido el beso frente a los cuarteles y las iglesias: ORDEN DE DISPARAR
Prohibido atarse a la infinitud de los gerundios, a descuajeringar los verbos corticales
Prohibido el ahorcamiento desde una gárgola porque las gárgolas pueden deteriorarse
Prohibido detenerse a pensar, actuar, detenerse
Prohibido conjugar verbos en pretérito pluscuanperfecto solo para medrar precocidades
Prohibido…

(Con amenaza de continuar)

24 ago 2011

Una mujer me dice morir y yo la persigo

Comparto con ustedes un conjunto de 'poemas' escritos durante mi época universitaria (2002-2003). Lo rescaté de un disket que tenía por ahí. Pensé que no valían la pena, pero considero que sí. Les tengo cariño. Aunque tenerles cariño implica taparse casi los dos ojos al momento de ejercer justicia sobre la calidad de lo hecho. En fin. Ahí va.
Un Mujer Me Dice Morir y Yo La Persigo

18 jul 2011

Todavía compartimos

Compartimos el mismo desorden
La misma ficción
El mismo olor a frasco vacío de perfume
Y todavía queremos escucharnos entre la ciudad que se pierde en nuestras manos
Todavía queremos vernos ante los espejos que la oscuridad nos presenta
Todavía podemos decir todavía porque aún nos falta compartir
Todo vínculo que une la materia concreta con la inusual materia que canta
Dentro de nuestros corazones amables-perversos-achorados
Mientras caminamos riéndonos de los amantes que se juran cosas
Que se dicen cosas, que sueñan cosas sin tener como testigo a la bragueta
Todavía compartimos una nuez partida con nuestras terquedades
Todavía porque antes de comerla terminamos dormidos
Buscando una semilla entre la ropa y nuestras costumbres amortiguadas
Todavía porque nos amamos como las personas que recién se conocen
Como las que no, las que se cansaron de conocerse y las que se conocen demasiado.

Compartimos la misma taza
La misma mesa y hasta se podría decir que la misma palabra
al momento de decir que no
De decir que sí y hasta luego que pronto apúrate que no soporto no verte
Porque me da la gana.

Compartimos una cama que parece un ataúd
Un camino que parece circular
Un plato de sopa que parece laberinto
Una compasión que parece un cielo.

7 jul 2011

Palabras acumuladas

En los hombros tiesos tengo atorados los miles de abrazos de doce meses cada uno
que no llegué a enlodarte
En la sangre los gestos inocentes que nunca logré interpretar pero
Que aún circulan entreverados
¿Pero las palabras?

En la piel tengo protuberancias visibles producto de mi acumulación de caricias
Que no te di
En los muslos las miles de veces que no corrí hacia tu casa
En el estómago tengo todavía miles de mariposas disecadas
¿Pero las palabras que no te dije?

En los balcones se han atorado las huidas y rescates
En las ventanas me atoré todavía y me veo esperándote
Pero las palabras no las encuentro
Ni en este papel en blanco
¿En dónde se acumulan?

En la piel atoradas aún las caricias que me prometí aprender de tus necesidades visibles
Ahora ellas bajan la cabeza y huyen avergonzadas en forma de sudor
En mi espalda tengo acumulado el peso total del dolor que todavía no siento por ti
En los pasos tengo amontonados todos los lugares que no recorrimos
En las rodillas acumulados las miles de maneras de rogarte que sonrías aún sabiendo que lo harás de todas maneras y en todas las mañanas
En los tobillos tengo miles de fracturas tan solo por engordar el alma de tanto deseo no cubierto
En las muñecas tengo todavía los adioses a lo lejos y las llamadas esforzándose por no ir en contra del viento
Y en los ojos, tengo todas tus imágenes, sobre todo aquella que te muestra leyéndome
Tal vez pensando en arrugar el papel aunque luego pienses que el papel se mantiene firme y eres tú, la de materia visible, quien desestima su forma para cubrirse de toda la nostalgia acumulada
En la pestaña que -caída sobre la hoja- parece una tilde mal colocada.
¿Pero las palabras que no te dije, en dónde las he acumulado?

“Las palabras se forman
En la coordinación del pensamiento con el sistema vocal.
Se inicia cuando exhalamos un poco de aire
Lo acumulamos en el diafragma
Y articulamos (conjugamos los músculos necesarios en la dirección correcta)
desde el esófago hasta la lengua
Para dejar huir al aire, según la palabra a suministrar”.

Resulta que las palabras entonces, se han atorado
En todos los aires del mundo
Porque jamás llegaron a mi boca y mucho menos
Hizo algún huracán casero en mi diafragma.
Perdóname.

22 may 2011

La nostalgia vino a visitarme

La nostalgia vino a visitarme. Abrió la puerta mientras yo no estaba y ocupó mi lugar hasta que regresé del trabajo. Hablamos de aquel amor que nos entretuvo la tristeza. Hablamos del tiempo que pasamos juntos y me di cuenta de que casi cumplíamos años el mismo día. Recordamos, además, las mismas calles por donde nos perdíamos mientras huíamos escondiendo un nombre entre el cuello y la bufanda. Hablamos de aquellos sueños grandilocuentes vespertinos y venenosos de entrega inmediata.

Recordamos la tarde amarilla, las lágrimas de un martes a las 7 de la noche, el delito inmundo de prometerlo todo hasta la muerte y el innecesario acto contrito de regalarlo todo hasta que ya no alcance para uno mismo. Ahí estaba, la nostalgia hablándome de mí, de nosotros que respiramos aires distintos y caminábamos en direcciones distintas pero llegábamos a la misma vereda, ventana, puerta y dirección acuñada en el encéfalo.

Hubiera querido ofrecerle un trago, pero estaba demasiado interesado en recordar quién había sido yo bajo la lluvia, en el soporte de dos pies que corrían a describir a una mujer que solía dibujar los espacios vacíos. Ya era tarde, en fin, tuvo que irse.

-¿Todavía recuerdas la dirección?
-Lancerote 420.

13 may 2011

Una mujer vieja

A las mujeres se les nota el envejecimiento en las manos, en el cuello, en las rodillas, en el tobillo, en los pies. A las mujeres se les dibuja líneas en el rostro, letras alrededor de los ojos y números en la frente. Hasta en el cabello hay una revolución, una depresión en el pecho y una mala ortografía en las venas.

A las mujeres se les nota el envejecimiento en las figuras que dibujan sus palabras, en la resonancia de cada suspiro y en el vacío al cual dirigen la mirada mientras caminan por milésima vez por la misma vereda. A la mujer se le nota la vida mientras se recoge el cabello tras una oreja.

A la mujer se le nota el envejecimiento en las uñas endebles, según los científicos en aquella revista de hace 60 años. Se les va la vida mientras el té filtra en el agua hervida y mientras el azúcar se disuelve mueren miles de células sacrificadas para detener la erupción de un volcán provocado por la ira de un recuerdo.

A la mujer se le notan los recuerdos acumulados en un vestido y se le notan los llantos en una mínima sonrisa. Sea de noche, tarde y otra vez de noche, a la mujer se le notan los pasos cansados mientras se acuesta y mientras va de prisa se le notan los mismos pasos esquivándose unos contra otros.

A la mujer se le notan los años mientras están agripadas, mientras miran televisión y se ríen de tal cosa. Una mueca te puede decir los años que se quita y un gesto de burla puede extender mil entendimientos más allá, incluso, que el descubrimiento del genoma o de Roma.

A la mujer se le saca lo heredado de una mujer hace mil años atrás mientras retiene la respiración para insultarte, o alejarse de ti mientras quiere un beso pero lo rechaza.

Se le nota las paredes que quiso atravesar y las leyes que rompió para tener un poco de felicidad, aunque falsa y llena de granos, cuando cuentas los ojos que tiene y les inventas una historia a cada uno de ellos, porque la mirada sola puede escribir un libro entero y concatenarse a todos los libros del mundo.

A la mujer se le nota la herencia cavernaria mientras desata su furia consigo misma porque se equivocó para toda la vida aunque siga viva.

A la mujer se le notan los años porque ellas mismas andan con sus bolsos marcados con tiza, con sus abrigos enumerados, con sus moños decodificados, con sus zapatos auditados y sus faldones inventariados. Se les nota el pasado acumulado como joroba cuando se ponen tristes, cuando abrazan, cuando dicen adiós. Se les nota la piel cansada cuando para dormir se colocan otra capa de piel embotellada, cuando los temores están guardados con naftalina, cuando el amor ha pasado a convertirse en un concepto, cuando la vida misma ha empezado a convertirse en una definición…

Se les nota la larga espera a miles de kilómetros en la comisura de los labios mientras los besas. Se les nota los abrazos gastados en los tequieromatar y en los ojalátemueras. Se les nota mucho y ellas lo saben porque se les cae los números, las letras, el mapa de sus cuerpos designa más de un tesoro y la lluvia dispone más agua para ellas mientras llevan el paraguas que en realidad debería llamarse parayanosentir.

Sin embargo, ella tenía 35 años, pero era la mujer más hermosa que había visto hasta entonces. Yo apenas estaba acumulando los recuerdos mientras me dejaba morir en aquel aprendizaje intensivo de suspiros al por mayor.

27 mar 2011

Mi padre

Mi hermano mayor se cansó de que nuestro padre lo golpeara. Entonces, un buen día cogió una madera y lo golpeó muy fuerte, aprovechando la borrachera de aquel monstruo que lo había engendrado. Desde entonces mi padre no hizo daño a nadie y por lo tanto yo nunca nací.

15 mar 2011

el poema

el poema tiene 7 pisos
20 habitaciones
10 parejas
además pide dinero y se la dan
el poema busca el sol
la tarde
la tarda
la noche
y hace el amor
y gime
y tiene envidia de las 10 parejas
el poema llama por celos
incendia la casa
corre desesperado
manipula los alimentos en el supermercado
el poema fuma
deja de fumar
se vuelve vegetariano
se enferma del estómago
y maldice a Dios
y se arrodilla en los terremotos
el poema brilla
oscurece
nace
come
caga
ama
odia
se revuelca por 50 soles
se orina en los árboles
se automedica
tiene pesadillas
despierta
se baña
se va al trabajo
reniega del sistema
sueña con casarse
pregunta por el precio de los departamentos
piensa en hacer deporte
vomita
enciende el televisor
se ríe
llora
piensa
patea la pantalla
grita por la ventana
lo arrestan
se deja llevar
se ríe
se deja mirar por los vecinos
se deja escribir
murmurar querer
lastima
y de repente recuerda
busca en el diccionario
halla lo que significa su nombre
le da un ataque
se deja morir
revive
se pega un tiro
no muere
finalmente empieza de nuevo
y otra vez
otra vez
como jode
otra vez

14 feb 2011

Lo que pasa mientras soñamos

Todos cierran los ojos. Y como en un canal de tv, solo se le encarga a un operador para que rellene de programas la madrugada. Éste, como no quiere desvelarse tampoco, coloca sólo tres cintas:
1. Situaciones que ya no recordábamos
2. Nuestros deseos de siempre
3. Lo que nos pasó en el día.

Así, revuelve todo tipo un dj, o en shufle, o revuelve todo como lo hacenen sorteos de cupones de periódicos y se echa a dormir. Entonces nosotros soñamos.

Quisiera

Quisiera tu mano para leer la historia que anhelo
Tu rostro pálido para desaparecer en el día
Tus ojos pardos sombreados para ya no buscar los crepúsculos
Tu vientre plano para no dar vueltas a la tierra
Tus dedos largos para medir mis pasos que me huyen
Tu nuca para respirar
Tus orejas para tener un mapa maestro del laberinto diario
Tus nudillos para tocar mi puerta
Tus pestañas para dibujar gaviotas más precisas
Tus gestos para enseñar a las nubes las formas que sí valen la pena
Tu aliento para mover las cortinas en invierno y calentar el café
Tu nariz para trazar ángulos en mis hojas en blanco
Tus pasos para enseñarle a los míos a caminar
Tus codos para darle más gracia a las escuadras que sostienen mi cabeza
Tus cabellos para contarlos
Tu corazón para conversar en esta noche
Tus palabras para ya no decirte nada.
Es decir, todavía mucho.

31 ene 2011

Bajo la luz amarilla

Sentada, vieja
con un millón de recuerdos menos en la cabeza que en el sombrero
recordó la vida
el amor, una piedra en la vereda, una puerta que daba a un jardín
recordaba una carta
se miró las manos, las usó como espejo
y pudo verse cuando alguien le dijo que se veía hermosa todo el tiempo
y más todavía bajo los postes de luz amarilla.

Desde entonces, recuerda
Andaba bajo los postes de luz amarilla, junto a la vereda
En el límite de la calle por donde solía perderse
Caminaba llevando detrás un poste que le habían regalado luego
Cuando a todo el mundo le contó lo sucedido: se veía más hermosa que todavía
Y más abajo la luz amarilla de un poste amarrado a la cintura.

Abrazada del tiempo
Cambiaba los focos con premura y las manos
De día llevaba una cantidad razonable de sombra
Acumulada por los años en su dormitorio
Sonreía cuando recordaba que le gustaba la vida
Lloraba en realidad
Y medía muy bien el cuerpo para inclinar la cabeza
Hacia la luz amarilla para que las lágrimas se vean todavía
Más bellas y no duelan…

19 ene 2011

un paraguas para la tierra

abrí un paraguas más de lo debido
y en mis manos parecía un ramo de flores
con espinas en las puntas y con el tallo doblado
desde entonces el paraguas
ya no se pudo usar como bastón
mucho menos como paraguas
e hice lo que cualquiera hubiera hecho en mi lugar:
busqué un florero y coloqué mi ramo de paraguas
y lo mostré al mundo desde mi ventana
para que todos sepan que las cosas
pueden servir mejor para lo que no fueron hechas
sobre todo si se tiene en cuenta un cazador de talentos que camina
creyéndose gene kelly bajo la lluvia.

cuando después de demostrar mi renuencia ante el mundo
que acostumbraba abrir paraguas para las lluvias
y sombrillas para el sol
cuando empezaba a darme cuenta de que los paraguas
servían para lo que fueron hechas y nombradas: para-aguas
bajé la cabeza en señal de rendición
dejé de cambiar el agua del florero
dejé de mostrarla al mundo desde mi ventana
solo entonces el paraguas empezó a retoñar
y recordé eso de que si le das agua a un poste te puede dar manzanas.

17 ene 2011

Acalorada

Busca mi piel para la fragua
la batalla no ha empezado y te advierto que puedo rendirme
aunque pierdas
y aunque luego yo gane y termine como tu esclavo
te advierto que puedo doblegarte
para cometer perjuicios anticonstitucionales
que socavarán en sonrisas perpetuas
anda
acalorada
despierta estas iras revueltas
insiste en la humillación y esgrime tu piel contra la mía
dame tan solo esta señal
adviértelo con la sombra desplazada de tu aliento.

4 ene 2011

Era tímido


Era tímido, tímido para salir de casa, para decir buenos días, para tomar el micro, para pedir al cobrador que se bajaba en tal esquina. Era tímido para bajar, para cruzar un semáforo, para recibir un volante, para entrar a la oficina de pago de electricidad y tímido para preguntar si esta era la cola, tímido para decirle a la señorita que venía a pagar la luz (“no lo entiendo señor”. Era tímido para repetir y pensar que tartamudeará otra vez. Tímido hasta para salir corriendo de aquella agencia telefónica. Lloraba por dentro, sudaba por fuera, tímido para responder y para decirle al que estaba tras de él, que no joda, que ¿acaso no veía que se estaba ahogando y muriendo mientras no sabía qué decir a una chica hermosa tras el mostrador y que pronto llamaría a la policía, porque este tipo anda que suda y lo mira muy raro? Tímido como para sacar de donde sea un arma para salir disparando tal vez, ayer, hoy, ya no quiero regresar a la calle. Ya no quiero salir, ya no quiero. Tímido para querer, o no saber si quererte.