10 oct 2011

Gestación

Cuando el verano se iba, el Sol agonizaba ególatra dibujando crepúsculos
encendidos e incendiarios
la Luna se acomodaba para descansar en el colchón suave de la neblina limeña
y el viento suspiraba inhalando el ruido necesario para expeler la calma
que necesitan los otoños
sobre todo las hojas secas que durante nueve meses preparan una danza
que durará hasta el mes de agosto, hasta que una gota de rocío les advierta
a gritos que llegó el invierno.
En esos instantes, cuando el Sol cerraba los ojos, en junio azul,
tus padres inventaron el amor
le dieron tu nombre
le dibujaron el rostro en sus pieles y firmaron un documento que los hacía propietarios
desde entonces tú empezaste a heredar todo aquel entorno dibujado a pincelada sedante.

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