11 nov 2009

La sirena varada


Una sirena varada en una esquina siente la mirada de náufragos
y pescadores
como arpones
y prefiere no pensar en ellos
prefiere flotar entre caracolas y cangrejos ermitaños.

A veces, la sirena
enciende un cigarrillo y a veces se come una anguila con las manos.
Hasta que ya es tarde
(piensa que siempre es tarde cuando uno quiere irse
y por la simplicidad de su pensamiento determina que tiene sueño)

Y aletea esquina a esquina mientras los pescadores y náufragos
embriagados
oyen el canto que entonan sus caderas y pezones al aire contraído
y la sirena sonriendo
como si Ulises la esperara en casa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gallinazo Gallinazo
Saltando de aquí para allá al escoger el desperdicio
Aletea con entusiasmo por la presa que encuentra
Pero vienen tres gallinazos más y se la quitan

Volar otra vez queda
Desde el Callao a Lima
Tomando de guía al río Rímac
Y quedarse en el camino si aparece un muerto en el cauce
De suicidio o asesinato eso no importa
La cuestión es comer y saciarse
Comenzado por la vena aorta

Pero en estos tiempos modernos
Donde la ciudad es mas ploma
Donde la basura no es en la calle arrojada
Donde ya no vuelan en círculos de bandada
Al darse una revuelta en la Lima cuadrada

Se posan sobre la Municipalidad
Mirando a sus hermanos en el Escudo de Armas
Uno en casa lado como fieles guardianes
Pero son más carroñeros que funcionarios ediles

Cómo no fuimos capaces de cazar
Porqué no fuimos unos viles reptiles
Porqué solo tenemos que esperar
Que se malogre la carne al aire libre